Monte Candina, Cantabria

Resulta cuanto menos curioso observar buitres leonados volar sobre las aguas del mar Cantábrico, pero es posible, ocurre en el Monte Candina, una mole calcárea que se yergue al borde del mar y en cuyos acantilados nidifican la única colonia marina europea de estas rapaces.

Esta excepción se refuerza con la presencia estival del alimoche, que llegado en primavera comparte con el leonado los restos del ganado muerto.

La encina es común, pudiéndose encontrar algún ejemplar de considerable tamaño.

Como los buitres, las hayas son una rareza al lado del mar.

Los ojos del diablo, oquedades al borde del acantilado de los buitres, que vuelan sobre nosotros a escasa altura, la vista de la costa de Islares, la llamada ballena de Oriñón, y la playa de Sonabia y sus dunas.